jueves, 15 de abril de 2010

LAS VOTACIONES EN EDUCACIÓN INFANTIL







LAS VOTACIONES EN EDUCACIÓN INFANTIL




Votar es un acto democrático, es una forma de expresar nuestros intereses, puntos de vista e implica en algunas ocasiones una negociación con los otros para conseguir el resultado que deseamos. Aceptar el resultado de las mismas nos permite controlar nuestra frustración en caso de derrota, conocer y respetar otros puntos de vista, gustos, deseos… y hacer frente al éxito de forma tolerante y respetuosa.
¿Es ésta una práctica para Educación Infantil?, ¿ es ésta una actividad demasiado compleja para la etapa de 3-6?. En nuestro centro creemos que no. Si planteamos este proceso adaptándolo a nuestros alumnos/as y comenzamos desde los 3 años, los niños y niñas asimilan y usan correctamente esta tarea participando en la toma de decisiones de la clase gracias a la misma.
La introducción de esta práctica se puede hacer de distintas formas, nosotros entre otras comenzamos esta actividad en la toma de decisiones relativas a aspectos que nosotros de forma controlada planteamos, por ejemplo, a la vuelta del recreo para relajarnos un poco, contamos o leemos un cuento, en un principio planteamos la posibilidad de elegir entre varios títulos que les proporcionamos. Es aquí cuando surge el conflicto propicio para introducir las votaciones. Les proponemos “lo podemos votar” explicamos que para votar colocamos el título de los cuentos en la pizarra de distintos colores y cuando el maestro/a diga el que nos gusta alzamos la mano, el docente cuenta las manos lo anota en la pizarra y el que tenga más manos es el que gana, para saber cual tiene más manos vamos a poner palitos contando los votos, la línea más larga gana.
En un principio hay que respetar el desorden, aunque se les da la indicación que lo mejor es votar por el que más nos gusta, las primeras veces algunos votan por todos, no aceptan el resultado, nuestro trabajo en un principio es arduo y hemos de mediar bastante para dar la palabra y ayudar a los perdedores a asumir los resultados.
Poco a poco comienzan a comprender la mecánica y a utilizarla de forma adecuada, sobre todo al final de 3 años, con 4 años la usan muy bien, votan solo por lo que les interesa y desean, ponen en marcha los mecanismos de persuasión para intentar convencer a sus compañeros a sumarse a sus deseos, van aceptando la derrota y controlando su frustración, pero sobre todo comienzan a aplicar esta técnica a otras situaciones conflictivas de la clase producidas cuando se les pide que opinen, comenzamos a ver como alguien en la clase dice “maestro lo votamos”, cuando escuchamos esto podemos decir que es el momento en que esta práctica se instala en el proceso de toma de decisiones de la clase.
Con esta actividad conseguimos trabajar la democracia y la participación, la empatía, ponerse en el lugar del otro, tomar en cuenta sus opiniones y deseos y por ello permite superar el egocentrismo propio de esta edad, también y de forma indirecta trabajamos la medida y comparación de cantidades y la lectura puesto que todo se escribe en la pizarra u otro soporte.

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