miércoles, 19 de octubre de 2011

Los niños y la televisión: un tema complejo

 

 

Empieza el frío y nuestros chicos están más en casa: ¿es recomendable que miren TV y videos?, ¿qué programas no deberían ver?, ¿cuánto tiempo es aconsejable que transcurran frente a la TV?
La televisión es El medio de comunicación masivo por excelencia. Es uno de los pasatiempos más importantes y de mayor influencia en la vida de niños y adolescentes.

Según recientes estudios se ha constatado que los niños pasan un promedio de 4 a 5 horas diarias mirando la televisión. Es indudable, que la TV es una fuente efectiva para la creación y formación de actitudes en los niños, ya que desde temprana edad, son sometidos a su influencia sin poseer otro tipo de información.

Para que tengamos en cuenta: a partir de los 4 a 5 años de edad se establecen los hábitos permanentes y las características emocionales del niño. En este período juega un papel decisivo la imitación y la identificación. Mientras la identificación es la adopción inconsciente de pautas de conducta y actitudes, la imitación es el proceso consciente de estas actitudes. Estos procesos se efectúan tomando como modelo a sus padres y otras personas significativas para él: maestros, familiares o bien algún personaje de la TV.

Todas éstas son más que razones suficientes para que tomemos ciertas precauciones a la hora de permitirle a nuestros niños mirar tanto tiempo la televisión. Y es que los niños que transcurren tantas horas al día frente al televisor se exponen a un sin fin de programas y publicidades que muchas veces pueden ser nocivas para su formación. Desde la violencia, hasta el sexo indiscriminado, existe una paleta muy amplia de opciones que van en desmedro de la positiva educación de los chicos.

No sólo es el contenido el riesgo, sino que además el dedicarle tanto tiempo a la actividad de mirar la televisión puede desencadenar problemas como: el aumento de peso, la reducción de las horas de juego con amiguitos, etc.

No obstante, no hay que dejar de reconocer la opción de programas educativos o por lo menos, no nocivos que colaboran con la imaginación. Los papás deberíamos reconocer que la televisión entretiene, informa y distrae a los chicos, pero que también puede influenciarlos de manera indeseable.

Para evitar, o por lo menos reducir estos efectos, deberíamos: limitar el tiempo de mirar televisión, ver programas con ellos para poder ayudarlos a desarrollar el espíritu crítico, explicarles que muchos de los sucesos que se ven en la programación son irreales y que no deben tomarlo como ejemplo.

La idea de explicitarles estos pequeños consejos es demostrarles que los papás podemos controlar los contenidos a los que se exponen nuestros chiquitos sin tener la necesidad de tomar ninguna decisión drástica como el no permitirles ver televisión.
Autor: El equipo de Mundobebé

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