Es fundamental la continuidad y la coherencia de los aprendizajes. Para ello debemos respetar su ritmo de trabajo, planteándole hipótesis que le ayuden a resolver los problemas pero haciéndole siempre protagonista de sus aprendizajes.
Debemos aprovechar todas las situaciones cotidianas para reforzar contenidos, siempre de forma lúdica y sin que el niño se sienta forzado.
Para ayudarles en casa, plantearemos juegos del tipo "Veo, veo", donde el niño tenga que buscar objetos circulares o de algún color que hemos trabajado a lo largo del trimestre (rojo, azul).
Aprovecharemos materiales de desecho para manipular, experimentar, crear,...; por ejemplo, los tapones de las botellas de agua (de diferentes colores) nos permitirán hacer seriaciones, las tapas de tarros, frascos, etc., ayudarán al niño a dibujar formas circulares.
Cuando hacemos al niño "responsable" de pequeñas tareas en el hogar, además de favorecer el desarrollo de hábitos, normas y rutinas, podremos seguir fomentando su razonamiento lógico, su capacidad de orientación espacial... En momentos tan cotidianos como poner la mesa, podremos trabajar todos sus aspectos (por ejemplo: "Saca una cuchara pequeña, un tenedor grande", "mete dentro del cajón esta servilleta"...).
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